sábado, 4 de julio de 2009

Caido.

Vine caído de alas,
caído de humor.

Me parto en dos al escuchar cualquier sonido,
me bifurco,
me divido.

Busco en tus labios alguna redención,
atisbo de perdón.
Lo lamento señorita.
Lo lamento, corazón.

Mas tus labios me saben a lágrimas,
a pavor con agonía.
Y veo como pierdes primero la frente,
luego el pecho.

Y con la vida ya rendida,
el cuerpo cae muerto.
Busco en tus besos alguna redención,
y explotas, al fin, sin temor.